RECUENTO
DE UNA NUEVA VENDETTA
Por: Lcdo. Sergio Ramos
Durante el mes de julio de este año el general
Raúl Castro visitó sorpresivamente a China, Viet Nam y Rusia y firmó una serie
de tratados con dichos países, procurando distintos intereses a tenor con las
posibilidades de cada uno de ellos. Pero en el fondo, había un urgente
propósito de sobrevivencia para el régimen y su dinastía gobernante.
La situación económica de Cuba esta en
dramática crisis, por no decir en bancarrota. Esta caída abrupta de la ya débil
economía cubana puede afectar peligrosamente la continuidad del régimen.
Es claro que el sistema económico cubano,
copiado del diseñado por los Soviet bajo Lenin y Statin, es intrínsicamente
ineficiente por ir en contra de las leyes de la naturaleza humana y de la
economía. Esa ineficiencia ha hecho de la economía cubana una dependiente del
subsidio extranjero. Con lo cual, el gobierno cubano se ha visto obligado a, no
solo a dar jugosas concesiones al foráneo, sino hasta entregar la soberanía nacional
y convertirse en colonia de otros países. Así lo hizo con la otrora Unión
Soviética. Lo repitió con las concesiones a Venezuela por petróleo y ahora lo
esta haciendo con China, una potencia emergente en la etapa preliminar para
iniciar su expansionismo mundial.
Con China y Viet Nam, fue evidente que su
objetivo fue la ayuda económica para su
malograda economía y el asesoramiento para la implantación del modelo
vietnamita (Copia restringida del de China), o lo que es lo mismo, la ayuda en
el objetivo de mutar del marxismo-leninismo al chino-fascismo.
No es de extrañar, a juzgar por las
experiencias anteriores, que tales convenios conceden enormes porciones del
espacio soberano de poder económico y político del país.
El viaje de marras tuvo otro propósito
adicional: La sobrevivencia política de la dinastía Castro. La dictadura castrista ha estado muy
preocupada con el efecto que en la isla caribeña pudiera tener una explosión de
Primavera Árabe.
La oligarquía gobernante en Cuba ha visto
como cuando los rebeldes libios tuvieron el respaldo de la Comunidad Europea y
del apoyo aéreo de la NATO, las bien armadas tropas de Muamar Khadafi retrocedieron hasta ser
derrotadas y el tirano libio ejecutado.
Pero también ha visto en Siria, en medio de
una cruenta guerra civil, como se sostiene una dictadura cuando los intereses
político-militares de un país con poder de veto en la ONU pueden frenar el
respaldo a los opositores de ese organismo internacional y de las restantes
potencias mundiales. Rusia, apoyado por China han ejercido tozudamente el poder de veto en el Consejo de Seguridad y en
la Asamblea General de ese organismo para bloquear toda sanción o intervención
internacional contra la dictadura de Bashar al-Assad.
Mirándose en ese espejo, los jerarcas del
régimen cubano, han enviado a Rusia al general Raúl Castro, para negociar y
firmar tratados estado enfocados en reavivar el interés Ruso por Cuba, en un
momento donde Moscú ha mostrado, con la ayuda de Venezuela un gran interés de
ampliar su poder político-militar en el Caribe, proveyendo armamento al
gobierno de Chávez.
Para lograr su seguridad, la dictadura ha
concedido a Rusia la reapertura de las bases militares y de espionaje de
Cienfuegos y de Lourdes en Cuba. Un acuerdo admitido públicamente por el jefe
de la Armada Rusa vicealmirante Víctor
Chirkov, aunque después el gobierno ruso lo desmiente, al darse cuenta del indiscreto
‘lapsus mentis’ y el malestar callado de las chancillerías occidentales. Sin
embargo, este desmentís esta en contradicción con la intromisión militar rusa
en el Caribe con la anuencia y apoyo de Chávez, por lo que lo hace poco sincero
y creíble. Rusia mantiene su ancestral tradición expansionista que se remonta a
los tiempos de Pedro El Grande, pasando por Stalin. ¡Ya quisiera el sueño
imperial Ruso tener hoy en Cuba una base militar como la de Guantánamo!
La gerontocracia cubana sabe que una vez
reabiertas y en operación las bases
militares Rusas en Cuba, habrán
garantizado contar con la protección del veto del Kremlin ante la ONU en caso
de una revuelta popular en la isla o cualquier otra acción internacional contra
el régimen. Sabe, además, que al
aumentar los intereses económicos de Pekín en Cuba, y brindarles concesiones a
granel, garantizan , no solo salir del atolladero económico actual, sino contar
con otro poder de veto en la ONU, tal como sucede hoy con la posición de China
en la ONU frente al caso de Siria.
La visita de Raúl Castro a China, Viet Nam
y Rusia, puede tener muy serias consecuencias en el desarrollo de los
acontecimientos venideros en Cuba, pues resulta un nueva vendetta de la
soberanía nacional para salvaguardar la perpetuidad de la dinastía Castro en el
poder en Cuba.
De nuevo queda en evidencia la total falta de lealtad al pueblo y a Cuba que
tiene la corrupta gerontocracia gobernante.
Su abyecta concepción de finca privada que Cuba tiene para ellos, cuando
regalan una vez mas a nuestro país a potencias extranjeras con pretensiones
expansionistas, en un acto solo calificable de la mas alta traición a la
patria.
No comments:
Post a Comment