EL
ENTORNO DE LOS DIFAMADORES
Por:
Lcdo. Sergio Ramos
Cinco jugadores del Equipo Nacional de
Baloncesto de Cuba escaparon hacia la libertad la madrugada del pasado 19 de
junio en Puerto Rico durante las competencias del torneo Centro Basket. Tan
pronto burlaron la usual vigilancia de los agentes de la policía política de
Cuba que suelen acompañar a los atletas cubanos, muchas veces encubiertos como
miembros de la delegación, avisaron a sus amistades en la Isla y estos se
comunicaron con el abogado que suscribe para que los representara ante el
Servicios de Inmigración de los Estados Unidos para solicitar asilo. Ese mismo día fueron presentados ante dicha
agencia Federal para iniciar los trámites migratorios al respecto.
Esta decisión valiente, voluntaria y
espontánea de cada uno los cinco jugadores, que como todos los cubanos, ansían
ser libres, tener un futuro y que se les respeten sus derechos humanos, provocó
una rabieta en las más altas esferas del régimen.
La reacción de la dictadura no se hizo esperar.
Haciendo uso de un periodista canadiense radicado en Cuba y quien trabaja para
el periódico Granma, Jean Guy Allard, quien
se especializa en fabricar descréditos y
leyendas negras a personas, a organismos internacionales y gobiernos contrarios
al régimen dictatorial del Cuba, la maquinaria propagandística castrista desplegó
una campaña mediática internacional de difamación, descrédito y calumnia contra
el abogado de los jugadores que aquí suscribe, la cual empezó en la prensa
oficialista del régimen. Los gastados estribillos de “agente de la CIA”,
“terrorista”, “especialista en operaciones ocultas”, “que recibe fondos de las
agencias de inteligencia norteamericanas” etc. etc., y demás cantaletas del
disco rayado, no se hicieron esperar.
En Puerto Rico los agentes de la dictadura
y sus aliados pro-castristas salieron por los medios de comunicación a
desbarrar, siguiendo al pie de la letra, como papagayos de circo, el libreto
escrito por el oscuro vocero de la dictadura cubana. El periódico comunista ‘Claridad’ de Puerto Rico y los programas radiales de la
radicalizada extrema izquierda en la Isla vomitaron el veneno de las mentiras
entremezclada con medias verdades, creando el entretejido clásico de la
difamación perniciosa y premeditada.
Se trata de una izquierda que apoya y
defiende ciegamente la tiranía de los hermanos Castro y que aplaude y justifica
sus crímenes de lesa humanidad, pero que además, apoya el terrorismo orquestado desde La Habana. Un
terrorismo del cual poco se habla, pero
que existe en la Isla del Encanto y que ha costado vidas y propiedades
puertorriqueñas. A modo de ejemplo, esta el ataque y dinamitado de diez aviones de combate de la Guardia Nacional de
Puerto Rico en la Base Muñiz en Isla Verde en 1981. El asesinato de un policía
en 1978. El atentado a cuatro marines desarmados en Sabana Seca con un saldo de
un muerto y tres heridos en 1979. El robo de unos 10 millones de dólares a un
camión blindado de la Well Fargo en 1983 y cuyo dinero fue a parar a las arcas
de la dictadura castrista en Cuba. Añádase los múltiples ataques con bombas a
hoteles y dependencias del gobierno. Un terrorismo financiado , avalado,
protegido , apoyado y entrenado por la Dirección General de Inteligencia del
régimen castrista y que se dicen llamar “ Los Macheteros”, cuyo fin es lograr
una supuesta independencia para imponer en Puerto Rico una tiranía totalitaria
igual a la de Cuba.
Tampoco se hicieron esperar, las
declaraciones del señor Raúl Alzaga Manresa, a su vez citado por su camarada
Allard en el articulo de marras. Este personaje del libreto, es un cubano que
llego a temprana edad a Puerto Rico. Militó en la Brigada “Antonio Maceo”, una
organización creada, entrenada y financiada por Cuba. Un personaje que
participó junto a altos dirigentes de la extrema izquierda en la protesta
frente al Capitolio de Puerto Rico
contra un homenaje que la legislatura de la Isla le hacía a un cubano exiliado,
la cual que concluyó con la entrada al
recinto de turbas enmascaradas pro-castristas que destrozaron la rotonda, incluyendo la urna donde se
conserva el original de la Constitución de la Isla, agrediendo personas y
causando daños por mas de 50,000 dólares. Actualmente es un “agente de viaje”,
estrechamente vinculado a la dictadura, que posee uno de los dos negocio que
forman parte del oligopolio para venta
de viajes para Cuba en la Isla del Encanto,
y por cuyo conducto se tramitan los costosísimos pasajes, pasaportes,
legalizaciones de documentos, permisos y visas de entrada a Cuba con la Sección
de Intereses de Cuba en Washington.
Esta sede diplomática cubana es desde donde se dirige el espionaje que la Dirección
General de Inteligencia de Cuba (DGI), hace contra los Estados Unidos y contra
los exiliados cubanos en este radicados en este país. Desde esa sede
diplomática se coordinó las operaciones de espionaje en el Pentágono a través
de la agente Ana Belén Montes y las labores de espionaje a las bases militares
americanas de los cinco espías cubanos de la llamada Red Avispa: Los mismos que
estuvieron involucrados en la inteligencia para derribar las Avionetas civiles de matricula americana de
Hermanos al Rescate en espacio aéreo internacional con un saldo de cuatro
ciudadanos americanos muertos por los Migs de Cuba.
Tampoco podemos olvidar la colaboración y
participación dichas izquierdas radicalizadas en el asesinato del ex-comandante
de la Revolución Cubana Aldo Vera en las calles de San Juan en 1976, donde uno
de los involucrados fue el coronel de la inteligencia cubana Antonio (Tony) de
la Guardia, fusilado años mas tardes por Fidel Castro.
Difamar, desacreditar y calumniar es el
‘modus operandi’ usual del régimen ante cualquiera que se les oponga dentro o
fuera de Cuba. Es un síntoma evidente de la falta de razón del régimen. Por eso,
ellos continuarán creando leyendas negras a los opositores, para justificar su
injustificable dictadura totalitaria.
En resumen, que al régimen dictatorial de
Cuba y sus lacayos bien les cabe el proverbio castellano de que “ladrón juzga por su condición”
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