MARIELA,
LA MENTIROSA.
Por: Lcdo. Sergio Ramos.
Mariela Castro Espín ha visitado los
Estados Unidos y lo ha recorrido de costa a costa, entrevistándose, reuniéndose
con todo aquel que quiso y accesando a los medios de comunicación y prensa libremente.
Habló en foros públicos, insultando al exilio cubano y difundiendo
acomodaticias versiones distorsionadas de eso que llaman la Revolución Cubana.
Vino para esparcir la propaganda del régimen
respecto a la liberalización y la supuesta tolerancia del gobierno cubano para con
los homosexuales. Para ello tuvo que
“explicar” la conducta de la tiranía
para con los estos durante la década de los sesenta y setenta cuando la
dictadura hacia recogidas de sacerdotes y religiosos, de homosexuales y
personas desafectas para llevarlos a trabajar forzada y gratuitamente en la agricultura, siendo internados y concentrados
en campamentos bajo vigilancia militar en las peores condiciones de higiene y
trabajo. Las llamaron Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Nos recuerda ese método de reclutamiento y uso
de mano de obra gratis al empleado por los Nazis en sus tristemente famosos
campos de concentración y a los utilizados por el dictador Joseph Stalin en la
URSS y que dio lugar a la laureada novela
el ‘Archipiélago de Gulag’ de Alexander Solzhenitsyn. Esa mano de obra gratuita a fuerza de látigo
se llama esclavitud y no tiene ninguna diferencia con la usada por los
colonizadores con los negros esclavos que trajeron a América. Pero Mariela dice
que fue una medida de” trabajo voluntario” en un momento de crisis en
Cuba.
Por años ser homosexual en Cuba, salvo
contados protegidos de Fidel Castro en las altas esferas, implicaba cárcel, vejación
y discrimen. Solo ahora, luego que en el mundo empezó a esparcirse la corriente
de igualdad de género, el régimen cubano,
hipócritamente desea aprovecharse para atraer la braza a su sartén y su
portavoz es la hija del tirano sucesor. Pero de aquellos atropellos y
violaciones de derechos humanos, Mariela calla, peor, miente.
La otra irreverencia a la verdad de Mariela
Castro es decir que le gustaría que el parlamento cubano fuera “mas democrático”,
como si allí, en ese monolítico foro, pudiéramos hablar de democracia. Para empezar,
ella sabe, que en Cuba por virtud del Artículo 5 de la impuesta Constitución
Socialista solo hay un partido, el Comunista, y esa es la verdadera autoridad
suprema en el país por disposición constitucional. Ella sabe que en la Asamblea Nacional del Poder Popular
solo hay representación de ese solo partido. Los demás están excluidos. Pero para
que exista democracia, tiene que haber pluralidad representativa social y política,
y además, libertad de expresión y de ejercicio al voto en nombre de los
representados. Sino, lejos de ser un parlamento, es un mal simulado acto teatral
orquestado para guardar apariencias. Para resolver ese problema en Cuba, no es
dar alguna representación, sino es que tiene que cambiarse el sistema político
radicalmente, para que entonces haya una democracia real. La realidad es que no
hay ninguna democracia en el país. En fin, que en el caso de Mariela Castro el
descaro de mentir parece ser una herencia genética.
Finalmente, se despotrica contra el exilio llamándolo
“Mafia”. Cuando la despectiva palabrita, parece que le cae como anillo al dedo
aquel refrán castellano de que “ladrón juzga por su condición”. Ella sabe, que
su tío, el tirano mayor, que se robo al país
para hacerlo su finquita privada, empezó sus oficios” revolucionarios “haciendo
actividades gasteriles en la Universidad de la Habana, con el saldo de varios
de sus adversarios asesinados por él a punta de pistola. Y luego, cuando tomo
el poder, se rodeó de un séquito de incondicionales que van desde intelectuales
de la cultura como Abel Prieto, hasta matones y asesinos como Ramiro Valdés. Pero todos, serviles miembros de esa ganga de
ciega fidelidad al Padrino (The Godfather)
Fidel Castro Ruz. Y si lo que ha creado desde los inicio de eso que
llaman “Revolución” no es una Mafia politizada, venga Dios y vea. Al Capone no
lo hubiera hecho mejor. Pero Mariela proyecta su condición, porque ella es
parte de esa criminal Mafia Castrista.
Sin embargo, mas allá de las mentiras y los
insultos de Mariela, lo que nos debe preocupar del viajecito de Mariela
Castro por Estados Unidos, no son sus
mentiras, sino la unilateralidad del beneficio de la política del intercambio
cultural con Cuba del presidente Barak Obama, quien fue apoyado expresamente
por Mariela Castro haciendo un llamado a votar por él.
Resulta que los artistas, intelectuales, activistas
de derechos humanos y opositores cubanos que tienen posturas verticales contra
la tiranía castrista, no pueden hacer en Cuba lo que ella hizo en los Estados
Unidos. No pueden ni pisar tierra cubana. Y esto es un discrimen contra el
exilio cubano. ¿Porque razón no se le
permite, digamos, ahora que va la Flotilla a protestar por la falta de libertad
de Internet en Cuba, que Ramón Saúl Sánchez entre en Cuba, y sin restricciones
de conferencias en universidades, se reúna con los opositores que desee, haga
declaraciones libremente y sin censuras en
la Radio y la televisión, como las hizo Mariela aquí ?.
Esta política aplicada con severa
unilateralidad solo ayuda a la tiranía castrista, anti-americana y anti-democrática,
a difundir su cizaña, forjar la desestabilización y hacer proselitismo en
territorio de Estados Unidos. Mientras, el mensaje para que Cuba sea democrática no tiene acceso al país. Y aquí se denota la
absurda y desequilibrada política que para con Cuba tiene Washington, o ¿será que esta administración gusta de cargar
los dados a favor de Castro?
Y mientras esto no cambie, seguirán viniendo los hijitos de
papa ha decir mentiras, mientras en Cuba
a las verdades del exilio y la oposición interna se les silencia.
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