EL
UCASE MIGRATORIO DEL DICTADOR
Por: Lcdo. Sergio Ramos
El régimen de Cuba acaba de emitir un
Decreto-Ley 302 modificando la Ley de Migración del país. La misma mantiene el
carácter restrictivo al derecho humano de libertad de movimiento, las cuales
vanamente justifica con un prólogo donde inculpa a terceros de las razones por
las cuales los cubanos, a los largo de mas de medio siglo de dictadura,
abandonan el país.
Argumenta en dicho Prólogo que la salida de
se debe al “bloqueo de los Estados Unidos”, a “la Ley de Ajuste Cubano” y “al
robo de cerebros con objetivos políticos “entre otros. Como de costumbre la dictadura ‘ex profeso’
ignora las verdaderas razones del masivo y continuado éxodo de sus ciudadanos
al exterior, no solo a los Estados Unidos, sino que los cubanos se han quedado
o han escapado a cualquier lugar del planeta que les ofrezca la oportunidad
alcanzar lo que la oligarquía gobernante le niega al pueblo. Y cuando esto
sucede consistentemente en un país, es porque algo anda mal, muy mal, en ese
lugar.
La realidad es que la hostilidad proviene
del régimen cubano contra el pueblo, y no de terceros países. Que los
ciudadanos se van del país porque los oligarcas gobernantes les niegan el
derecho a los ciudadanos de progresar y desarrollarse libremente y les obligan
a trabajar por salarios de miseria. Son ellos y nadie más que ellos los únicos
responsables de la falta de libertad y de futuro, porque han diseñado e
impuesto un sistema para favorecer a los privilegiados del poder a expensa de la
explotación de los obreros, campesinos, estudiantes, técnicos, científicos,
artistas, atletas y profesionales cubanos.
La enmienda Migratoria promulgada por
Decreto es, además, discriminatoria al establecer ciertas categorías de
ciudadanos que no pueden salir del país. El articulo 23 inciso (f) restringe la
salida de Cuba por “Carecer de autorización establecida, en virtud de las normas dirigidas a preservar la fuerza
de trabajo cualificada para el desarrollo económico, social y
científico-técnico del país, así como
para la seguridad y protección de la
infamación oficial”. Estos quedan
coartados de la libertad de locomoción al aprobarse simultáneamente el Decreto
306 en donde en el Articulo 1 establece las categorías de directivos
superiores, graduados de educación superior (universidades), científicos,
técnicos medios especializados que realizan actividades “vitales” y atletas de alto rendimiento, los cuales
quedan restringidos de viajar, temporera o permanentemente al exterior”.
Esta clasificación discriminatoria,
contraviene el artículo 13 inciso 2 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos que establece que “Toda persona tiene el derecho a salir del país,
incluso del propio, y a regresar a su país”.
En otros países civilizados, se mantiene a
los profesionales, a los científicos, artistas,
a los técnicos cualificados y a los atletas de alto rendimiento con
mejoras sustanciales de sus salarios y condiciones de trabajo, pero en Cuba el
régimen los retiene por virtud del ucase dictatorial, atándolos a la miseria y
la explotación del estado cubano.
La medida resulta contrastante, cuando
vemos países sub-desarrollados como por ejemplo la República Dominicana, donde
sus ciudadanos entran y salen de su país, para visitarlo o para retornar a residir sin mas restricción que tener su
pasaporte y un visado del país extranjero a donde se dirigen, en caso de salir
del mismo.
El discrimen también aplica a los que
regresan temporera o definitivamente al país, pues a tenor con el articulo 24.1
inciso ( c ) resulta inadmisible “toda persona”
que haya participado en “Organizar, estimular, realizar o
participar en acciones hostiles contra
los fundamentos políticos, económicos y sociales del Estado Cubano”. O sea, que los opositores al régimen, dentro
y fuera de Cuba, quedan excluidos de poder ejercer el derecho a salir o
retornar a su país, siendo esta, no solo otra violación al citado articulo 13
del la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, sino un medio de discrimen,
persecución y represión contra todo aquel que activamente manifieste su
oposición a la dictadura castrista.
Es importante señalar que esa disposición
es un mecanismo coercitivo contra la libertad de expresión y de acción política
del ciudadano, pues constituye una chantajista amenaza de prohibición de
entrada o salida contra el ciudadano que opta por hacer actos y expresiones publicas
contra la dictadura.
Si bien el Decreto Ley 302 elimina la
llamada “Tarjeta Blanca” o permiso de salida, dicho permiso sigue existiendo a
través de otros organismos del estado, ya que delega en los distintos ministros
otorgar la llamada “liberación” para poder viajar al exterior, a tenor con los Artículos 3 y 4 del subsidiario Decreto
306 que, además, deja en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social la determinación de los cargos y puestos de
trabajo sujetos a las restricciones máximas para viajar.
Existe también una razón económica del
régimen cubano para hacer ciertas disposiciones un poco más laxas. Se trata de la extensión de la autorización
de estadía en Cuba de los visitantes hasta 90 días o 180 días (Articulo 48.1),
según sea el caso y, por otro lado, la
de permitir a los ciudadanos que salen del país por tiempo “indefinido”
por un término de hasta 24 meses (Articulo 40). El propósito, en ambos casos,
es buscar una manera de ingresar divisas a un país quebrado por el síndrome
sistémico de la improductividad. Cónsono
con esa intención económica, se abre también unas categorías de residentes en
el país para aquellos que tienen inversiones inmobiliarias, (Residentes
Inmobiliarios (Articulo 3 Inciso e )).
Estas medidas no pueden ser consideradas
como “aperturas” ni “liberaciones” del
régimen, sino que constituyen modificaciones originadas en crisis económica que
afecta el país, manteniendo el carácter opresivo del régimen castrista. Por
cuanto seguirán ocurriendo las fugas de ciudadanos buscando la libertad y el
progreso.
Cuba no necesita de estos oprobiosos ucases
propios del mayor despotismo zarista, sino un Estado de Derecho que respete los
derechos humanos y las libertades ciudadanas fundamentales y les brinde
bienestar y progreso.
Cuba, no necesita de decretos que coarten
la libertad de movimiento de sus ciudadanos, los cuales tienen el derecho de
vivir donde les plazca y por cuanto les plazca sin pedirle permiso a nadie. Si
Cuba quiere retener a los profesionales, a los técnicos, a los estudiantes
universitarios, artistas, científicos y a los atletas, tiene que cambiar
radicalmente su sistema, de un modelo que solo produce pobreza y opresión, por
un modelo que produzca riqueza y libertad. Y para eso hace falta un radical
cambio estructural, político, social y económico, que los perpetuados
incumbentes del poder no están dispuestos a realizar.