Sunday, April 1, 2012

DESPUES DEL PAPA ¿QUE?

DESPUES DEL PAPA ¿QUE?

Por: Lcdo. Sergio Ramos

La visita del Papa Benedicto XVI ha concluido sin haberse producido la solicitada reunión con la oposición cubana. Su Santidad se reunió con el dictador Raúl Castro, con Fidel Castro, dio dos misas masivas en La Habana y en Santiago de Cuba y visitó el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre con motivo del 400 aniversario de su aparición en la Bahía de Nipe. Aparte de las actividades religiosas públicas, su visita fue mas la de un jefe de estado que la de un lider religioso.

Durante la visita, las violaciones de los derechos humanos continuaron sin ningún pudor con las detenciones de un centenar de opositores. El mundo vio la detención y golpiza públicamente de un ciudadano que durante la misa en el parque Antonio Maceo gritó abajo el comunismo y abajo la dictadura.

En sus homilías, el Papa no hubo ni una sola alusión expresa a los presos políticos (si a los presos genéricamente como es usual en sus visitas papales), ni a los opositores, ni a la violación de los derechos humanos en el país. En cambio el Papa criticó el embargo de los Estados Unidos a Cuba y habló de “superar las barreras que separan a los cubanos” en el marco de “la misericordia, diálogo, respeto y reconciliación” entre los cubanos y la búsqueda de “la verdad”, sin especificar cual verdad; y añadió que los cubanos deben construir “una sociedad abierta y renovada”, sin matizas a cual tipo de sociedad se refiere.

La critica mas fuerte la hizo estando todavía en México, manifestando que “hoy día la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad y así no se puede construir una sociedad.”

Por su parte, el gobierno cubano expresó que escuchaba al Papa” con respeto” y mas tarde indicó que los cambios que se estaban produciendo en Cuba eran de índole “económica” y que “no habrá ningún cambio político”.

El tono crítico de la visita fue más liviano que el de su antecesor Juan Pablo II. En sus expresiones estuvieron prácticamente inexistentes las críticas al régimen dictatorial totalitario de más de cincuenta años de antigüedad. Fue más bien un intercambio de deferencias y de acoplamiento de los intereses mutuos entre el Estado Vaticano y el Estado Cubano.

Todos nos preguntamos ahora ¿Cuál es el marco posible de las relaciones futuras en Cuba entre la Iglesia Católica y el Gobierno cubano?

Independientemente de las diferencias ideológicas entre el régimen cubano y la Santa Sede, hay un común denominador en cuanto a lograr beneficios de parte y parte. El Vaticano desea mayores y mejores espacios religiosos para expandir su Iglesia y su libertad de acción que por años estuvieron restringidos por el gobierno y por el otro lado, la dictadura procura un importante reconocimiento y apoyo de la mundialmente influyente Iglesia Católica con vistas a perpetuar a la oligarquía gobernante en el poder y así llegar en un mediano futuro traspasar el mando a los descendientes de los altos jerarcas.

Y ciertamente, parece ser que lo que la Iglesia Católica buscaba, lo ha obtenido: Espacios de índole religioso en la isla caribeña. Estos espacios están enfocados a una mayor libertad para la difusión de su culto, y posiblemente, la autorización para la construcción y restauración de templos, la construcción y operación conventos y de seminarios para la formación de sacerdotes.

Esta en cuestionamiento si la dictadura ceda más adelante, algo del espacio educativo que desea el Papa, a la Iglesia Católica para la operación de escuelas religiosas. La dictadura sabe que la educación de los niños es un puntal en el adoctrinamiento ideológico y de concederlo, estaría condicionado a que la iglesia se convierta en propagador de la filosofía del régimen en un hibrido educativo entre el catecismo católico y las doctrinas del Che Guevara, Carlos Marx y Fidel Castro.

Curiosamente, las declaraciones de ciudadanos afines al gobierno, se centraban en el contradictorio alegato de que “es posible ser comunista y ser católico” al mismo tiempo. Una consigna acomodaticia del régimen, proveniente de la cúpula del Partido Comunista de Cuba.

El ‘quid pro quo’ probable de este entendimiento concedente entre ambos estados, parece que será que la Iglesia levante bandera por la eliminación del embargo norteamericano, callando , como lo ha callado en su visita, el bloqueo que el régimen cubano tiene, desde hace cinco décadas, a las libertades fundamentales del pueblo; incluirá también un reconocimiento mas colaboracionista con el gobierno y destacando expresamente las supuestas “virtudes y logros” de la Revolución, a costa de ignorar a la oposición y hacer silencio sobre las victimas de la dictadura, para simultáneamente , servir, como ya lo ha hecho antes, de interlocutor y mediador con gobiernos no afines al régimen castrista. Al tiempo que silencia o margina a los sacerdotes mas críticos a la dictadura cubana y desvíe o ayude a desviar y aminorar, los esfuerzos de los grupos opositores.

Sobre esto último, hay que tomar en consideración como evidencia del colaboracionismo con el régimen , el hecho de que mientras se instrumentaban los últimos detalles del viaje, la propia jerarquía cubana liderada por el Cardenal Jaime Ortega y Alamino, daba permiso a la policía política de la Seguridad del Estado para entrar en las Iglesias y expulsar a patadas a los indignados opositores que reclamaban una audiencia con el Papa para plantearle sus reclamos de libertad, justicia y derechos humanos.

El clima que se ha desarrollado durante la visita papal a Cuba, perfila como posible escenario de las relaciones Estado-Iglesia Católica en el futuro cercano, es uno de colaboracionismo. Esto se debe a que el Vaticano ha preferido pasar por alto los principios de libertad y los derechos humanos, en aras de lograr un avance de sus intereses religiosos en Cuba. Estas posturas contradictorias con los principios cristianos, no son nuevas en la historia del Vaticano. Cuando Benito Mussolini estaba en el pleno auge de su poder en Italia, hubo altos jerarcas eclesiásticos que extendieron sus brazos dando vivas al Fascismo con la anuencia de la Santa Sede. También lo hicieron con Franco, con Trujillo, etc.…y los muertos, los torturados, los presos y los exiliados…bien gracias; priman los intereses políticos del Estado Teocrático adoptando una total auto-ceguera, auto-sordera y auto-mudez.

Entre los escenarios posibles que pudieran verse a corto y mediano plazo en relación a la diáspora, esta la promoción de viajes de intercambio de los cubanos moderados y los políticamente apáticos, residentes fuera de Cuba con el propósito de promover que viajen mas frecuentemente al país e inclusive, aquellos que tienen capital, estimularlos a que hagan ciertas controladas y limitadas inversiones en sociedad con el Estado y, lógicamente, en sociedad abierta o encubierta, con los altos jerarcas de la oligarquía gobernante. Se, perfila la posibilidad de que se conviertan en promotores y participes de un dialogo controlado por la dictadura. Es interesante recordar que hace uno o dos meses atrás, el gobierno cubano llamó a un dialogo con los cubanos “moderados” y “respetuosos” que residen en el exterior. Esto lo planteó la dictadura mientras se realizaban los trabajos para implementar el viaje papal, como una preparación a la siguiente movida en el plan de neutralizar al exilio militante y contestatario y de obtener jugosas ganancias económicas para ayudar a sustentar la deteriorada economía cubana. Esto forma parte del proceso de “Vietnamizacion” criollizada de la economía de Cuba que desea impulsar el gobierno. En este tópico, probablemente la Iglesia puede que juegue un papel clave, inclusive estimulando las inversiones de católicos de otras nacionalidades.

Atrás, lejos en el tiempo y la memoria, con un intencional olvido interesado, quedarán los esfuerzos por los derechos del pueblo cubano y por los cuales dedicara su vida Monseñor Eduardo Boza Masvidal, Ex Obispo Auxiliar de La Habana, los maltratos que recibió el padre Miguel Ángel Loredo en las cárceles castristas y los miembros de la Juventudes Católicas que murieron asesinados en el paredón gritando Viva Cristo Rey.

La lección del catolicismo en Polonia para la Iglesia en Cuba

La lección del catolicismo en Polonia para la Iglesia en Cuba

Jaime Suchlicki

“La gente en Polonia han empezado a temer a los sacerdotes y esto no es una buena señal
Czeslaw Milosz

A lo largo de la era comunista, la Iglesia Católica de Polonia fue un bastión de libertad y una fuente de protección y de oposición a las autoridades comunistas. Activistas recibieron protección de la Iglesia y refugio en templos de Polonia. En esos años, la Iglesia creció en fuerza e influencia. La Iglesia Católica emergió de la era comunista no solo como la más alta autoridad moral, sino también como la institución más poderosa de la nación. (1)

Cuba no es Polonia. La Iglesia Católica Cubana es débil. Compite con otras religiones en la isla. No tiene el apoyo popular que la Iglesia tuvo en Polonia. El Cardenal Ortega no es el Cardenal Wyszynski.

Recientemente, la Iglesia cubana ha tratado de mediar con el gobierno en temas de derechos humanos – la excarcelación de presos políticos – y en obtener más espacio para los asuntos de la Iglesia. Esta política de colaboración, después de 50 años de comunismo, tiene sus limitaciones. En primer lugar, es demasiado tímida para la mayoría de los cubanos que quieren poner fin a la era de Castro. En segundo lugar, carece de un rechazo claro y contundente del comunismo y sus enseñanzas. En tercer lugar, alienta la percepción de que la Iglesia tiene más interés en su propia sobrevivencia que en el bienestar del pueblo cubano. En cuarto lugar, ofende la memoria de los muchos mártires católicos que murieron en el paredón de fusilamiento de los hermanos Castro gritando “Viva Cristo Rey”. Finalmente, la Iglesia arriesga alienar los devotos congregantes Cubano-Americanos que viven en los Estados Unidos.

La Iglesia enfrenta un dilema tanto moral como practico. Continuar en el presente curso corre el riesgo de antagonizar a los fieles en la isla. Así mismo, no lograra aumentar su popularidad con los negros, que son los que más sufren y representan la mayor etnia. La Iglesia puede ser barrida o volverse irrelevante en la lucha inevitable que se acerca entre el gobierno y la oposición.

Desafiar el sistema también conlleva sus riesgos: la Iglesia puede perder sus privilegios limitados, invitar la furia del aparato de seguridad de Cuba, regresando a los días oscuros del comienzo de la revolución cuando habían pocos sacerdotes y poca influencia.

A pesar de esto la lección de Polonia es clara. Una Iglesia que luchó al lado del pueblo surgió como una institución fuerte y respetada. El precio que pagara la Iglesia Católica Cubana por su colaboración será alto. Los cubanos abandonados y reprimidos por la dictadura comunista por más de medio siglo, desean la ayuda de la Iglesia. El momento de estar del lado correcto de la historia es ahora

Éxito rotundo de “Los 13 de la Caridad”


Éxito rotundo de “Los 13 de la Caridad”

Por ; Francisco Sau Boíx, Barcelona, España

Durante 48 horas, 13 cubanos, miembros del Partido Republicano de Cuba (PRC), ciudadanos comunes, de esos que por lo general suelen llamar “los sin nombre”, sobre todo por aquellos que desde sus alturas y con aires de prepotencia intentan escalar las empinadas cumbres de la fama, apoyando una que otra vez sobre estos sus enlodadas plantas de los pies; lograron con la súbita toma pacífica de la Iglesia de la Caridad de La Habana ocupar las primeras planas de los diarios, blogs, redes sociales, despertando el interés no solo de los cubanos, sino también, de la prensa internacional.

La inteligente y valiente acción de los 13, no solo tomó por sorpresa a la jerarquía de la iglesia católica de Cuba y a los cuerpos represivos de la dinastía Castro, sino que también sorprendió a diferentes líderes de la disidencia de Cuba, quienes acostumbrados al estatismo ciudadano, no dudaron en mostrar su descontento cual rey ante su trono amenazado. Tal fue el recelo de estos reconocidos líderes, que inmediatamente, sin medir consecuencias, sin esperar siquiera a la segunda inhalación del cálido aire cubano, lanzaron como dragones enfurecidos llamaradas de razones incoherentes para condenar la valiente acción de los trece, y peor aún, los condenaron por segunda vez, al abandonarlos sin el tan preciado apoyo moral que requiere este tipo de acción arriesgada y comprometedora.

Pero analicemos qué lograron “Los trece de la Caridad”.

1º Llamaron la atención de todos los cubanos y del mundo sobre su acción.

2º Mostraron la indefensión del pueblo cubano ante el régimen opresor en el poder, acudiendo como último recurso a la toma pacífica de una iglesia, con el fin de que se escuchen y se atiendan sus demandas ciudadanas, que no son más, que las de la mayoría del pueblo y de toda la disidencia.

3º Desnudaron a la iglesia católica de Cuba para mostrarle al mundo, cuan deforme es su diabólico interior, cuando les fue negado el alimento, y por si fuera poco, cuando les negó además la protección al entregarlos a los macabros cuerpos represivos de la dinastía Castro, para que fueran vilmente golpeados y maltratados. Pecado y sacrilegio ante Dios, Jesús Cristo y todos los Santos.

4º Demostró la incoherencia de los actuales líderes de la disidencia dentro de Cuba, quienes critican el estatismo ciudadano y se muestran ante el mundo desgarrándose el alma para lograr que el pueblo cubano tome parte activa en el inevitable cambio, más sin embargo, cuando esto sucede, hacen lo increíble para desanimarlos.

5º y último: Que todos los cubanos, sobre todo la disidencia, entiendan que detrás de un teclado de un ordenador o computadora no se hace Patria. Estos solo sirven para formar e informar, pero que si se quiere llegar a un verdadero cambio, hay que tomar las calles, las iglesias, y todo el territorio cubano, y para ello, debemos apoyarnos entre todos.

Trece ciudadanos comunes, sin nombre, han dado toda una lección a los principales líderes de la disidencia cubana, solo faltaría, que no la hayan aprendido.

UN GRITO DE DIGNIDAD

UN GRITO DE DIGNIDAD

Mientras se desarrollaba el espectáculo religioso con la visita del Papa, los saludos protocolares de Obispos , Cardenales y el Papa con el dictador Raúl Castro y mas tarde la visita papal con su apretón de manos al tirano en jefe Fidel Castro, un cubano , hasta ahora desconocido , un simple trabajador , un hombre de pueblo , se adentró entre la multitud que asistía a la misa en la Plaza Antonio Maceo en Santiago de Cuba, y del fondo de sus fuerzas, tratando de sobrepasar por su voz por encima del audio gritó ¡Abajo el Comunismo! ¡Abajo la Dictadura!

La reacción de los agentes de la policía política de la Seguridad del Estado no se hizo esperar. Se le abalanzaron, lo arrestaron y lo sacaron del área. No contento con ello, uno los esbirros de la tiranía, encubierto tras la mascara de enfermero o para-medico de la Cruz Roja le dio un galletazo y luego lo golpeo con la camilla. El que vestía el uniforme internacional de ayuda al necesitado, deshonró el prestigioso símbolo, que se respeta hasta en los más cruentos combates y batallas, para agredir a un ciudadano que ejercía el derecho humano de expresar su opinión públicamente.

Es repudiable y bochornoso que un gobierno esconda sus policías bajo el signo de la Cruz Roja para agredir y reprimir a los ciudadanos pacíficos.

Pero mas allá del incidente, el grito de Andrés Carrión Álvarez representaba algo más que un simple ciudadano disgustado; su grito representaba la dignidad de un pueblo burlado por los intereses político-internacionales. Su gesto era el acto de rebeldía de un pueblo sojuzgado por una feroz tiranía totalitaria. Era la expresión de protesta que los oídos del prelado máximo se negaba ha escuchar no en pese las peticiones de audiencia de las Damas de Blanco, de Oscar Elías Bisset, de los 13 de la Iglesia de la Caridad en La Habana y hasta del mismo Lech Walesa. Representaba el clamor de pueblo por ser oído ante la sordera cómplice de los confabulados.

Con él estaba el sentir todo el pueblo, que junto a él, en sus corazones también gritaba

¡Abajo la Dictadura! ¡Abajo el Comunismo! ¡Libertad!